La ergonomía sensorial persigue el bienestar absoluto del consumidor en el punto de venta a lo largo de todo el proceso, tanto a nivel físico como mental y emocional con el fin de potenciar el posicionamiento de la marca para asegurar y maximizar las ventas del escenario comercial. En discorp queremos resaltar la importancia de convertir los valores de la marca en una experiencia a través de los sentidos, por eso hoy hablaremos de ergonomía sensorial y cómo aplicarla.
El marketing experiencial entiende que las percepciones que obtenemos a través de los sentidos se traducen en sensaciones que activan emociones para desencadenar una reacción específica por parte del comprador. Es un área que involucra estética, ergonomía y psicología del marketing.
Cada uno de los cinco sentidos (vista, tacto, olfato oído y gusto) juega un papel importante a la hora de percibir el entorno, y estos deben ser tenidos en cuenta a la hora de realizar el diseño de un escenario de marca, mobiliario comercial, habiente laboral, entre otros.
Si queremos conseguir que nuestro comprador realice satisfactoriamente el mayor número de actos de compra en nuestro escenario de marca y acuda al punto de venta el mayor número de veces, debemos procurar que esté expuesto el mayor tiempo posible a nuestro escenario de marca, ya que así tendremos más probabilidades de que la compra sea mayor y que visite menos a la competencia; para que el cliente decida permanecer en nuestra tienda, debemos lograr que se sienta a gusto como comprador en todos los sentidos: física, mental y espiritualmente: el bienestar absoluto. De esta manera conseguiremos que esté receptivo de forma relajada y abierta. Este bienestar es precisamente el objetivo que persigue la ergonomía sensorial y que pretende aplicar de forma exhaustiva y explosiva en todas las áreas de trabajo del punto de venta. Además es una técnica que en discorp aplicamos en cada una de nuestra áreas, para diseñar espacios acogedores, no sólo comerciales (retail), sino también laborales (ambientes laborales).




Para aplicar adecuadamente la ergonomía sensorial en el diseño de un escenario de marca, es necesario entender la introducción que el marketing experiencial hizo de las emociones al querer incorporarlas al desarrollo de las estrategias y tácticas del punto de venta.
El Marketing experiencial entiende que las percepciones que obtenemos a través de los sentidos, se traducen en sensaciones que conducen a su vez a unas ideas y conocimientos que finalmente activan impulsos o emociones que son las que desencadenan una reacción específica por parte del comprador. Es decir, estamos hablando de la psicología del marketing.
El marketing experiencial nos mostró el camino entre impacto y reacción en el consumidor; pero a pesar de demostrar esta certeza, nos ha dejado escasas herramientas de trabajo para desarrollarlo y conseguir que se convierta en una disciplina rentable e imprescindible para el retailer, por ejemplo, no explica ni desarrolla en toda su extensión el verdadero objetivo de las experiencias en el retail, ni nos da los parámetros necesarios para que el diseñador pueda decidir qué emociones debe despertar en el punto de venta.
Por el contrario, la ergonomía sensorial es capaz de contestar con enorme precisión a la siguiente pregunta: ¿Cómo ha de ser el entorno del comprador en mi escenario comercial para que estos impactos se traduzcan en compras y fidelización? Es decir, ¿Qué mensajes sensoriales, exclusivos de mi concepto, debo emitir en mi punto de venta, para que las percepciones sean las adecuadas para provocar las reacciones esperada de mis clientes?
El marketing experiencial explica simplemente que las percepciones provocan reacciones. La ergonomía sensorial se asegura de que las reacciones realmente vayan a suceder y también personaliza las percepciones para cada concepto, logrando aumentar las ventas y la fidelización de clientes.
Con base en lo anterior, en la actualidad estamos evolucionando el concepto de la ergonomía, ya que traspasamos la frontera del bienestar físico, y vinculamos y lo condicionamos al bienestar emocional; la ergonomía sensorial, abarca tanto el bienestar físico como el emocional. La suma de estos bienestares es lo que conduce a la satisfacción o insatisfacción final de compra de los clientes y es lo que hará que se fidelicen al querer repetir la experiencia. Muchas veces, por ejemplo, compramos satisfechos el producto, estamos satisfechos de la marca y del servicio, sin embargo durante la compra hemos pasado calor o frío, hemos sufrido dolor muscular por el peso, por las posturas, por el tiempo de espera, por la incomodidad derivada de llevar paquetes, por la dificultad de acceder a los productos, por el recorrido de la tienda para adquirir un producto o servicio. Pero también puede pasar al revés, nos sentimos cómodos físicamente, pero no empatizamos por ejemplo con el establecimiento por el servicio ofrecido.
En este nuevo entorno en el cual el comercio ha adoptado un nuevo papel lúdico en la sociedad, potenciar las experiencias del consumidor se ha convertido en un requisito imprescindible para liderar el mercado de retail. Bajo esta nueva perspectiva, la ergonomía sensorial, nos presenta un extenso camino racional lleno de posibilidades, en el que diseño y estrategia se deben necesariamente coordinar y complementar para que sean efectivas.
Lo hagamos o no de forma consciente, todo lo que esté implementado un escenario de marca causará un efecto determinado sobre nuestros público; por lo tanto, lo mejor que podemos hacer es tomar las riendas del bienestar, controlarlo y conducirlo hacia donde nos interese con responsabilidad; este es el objetivo de la Ergonomía Sensorial. Convertir las experiencias en una nueva herramienta de trabajo competitiva de la marca para conseguir vender más.
Puesto que se ha demostrado que es en respuesta a estímulos y emociones que las personas reaccionamos y sabiendo que toda la información la recibimos a través de los sentidos, debemos esforzarnos en estimular de forma adecuada y al máximo estos cinco caminos sensoriales que nos ofrece el consumidor cuando está en la tienda; y deberemos ser precisos en la selección de los estímulos ofrecidos para crear una experiencia concreta, propia, la esperada, la óptima en cada momento del proceso de compra, exclusiva de nuestra esencia. ¿Cuántas veces entramos en una tienda y si no hubiéramos leído el nombre de la tienda en la fachada no sería posible identificar de qué tienda se trata?
En discorp sabemos que es vital utilizar todas nuestras herramientas de trabajo para proyectar y vincular emocionalmente las marcas con los consumidores; además queremos lograr una identidad de marca coherente que se traduzca en ventas, para lograrlo debemos tener la certeza de que el comprador se encuentra en un estado de bienestar óptimo, ya que según esto, el consumidor decidirá por ejemplo, estar más o menos tiempo en nuestro punto de venta, circular por todo el lugar o no, de una manera específica y en la última estancia, estará más o menos receptivo a nuestros estímulos y por lo tanto decidirá comprar o no. Los impactos recibidos, sumados a los sentimientos y emociones, generan comportamientos determinados. En discorp entendemos la importancia de la ergonomía sensorial para el diseño de escenarios de marca, ambientes laborales, mobiliario comercial, entre otros. Escríbenos a info@discorp.com.co
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